no tengas oficio

He visto en algunas ocasiones como determinados entornos valoran mucho a sus «profesionales digitales«, les reconocen que saben de lo que hablan, que se aplican en ello y consiguen estupendos resultados. Sin embargo al final aparece una pequeña pega: “… pero les falta oficio”.

En determinados contextos esta palabra se emplea como sinónimo de “experiencia profesional en el sector”, pero en otros no es así…

oficio

Para algunos profesionales de “la vieja escuela”, el oficio equivale a la pequeña trampa. A engatusar al cliente y, sin mentir, moverse hábilmente para incrementar los beneficios. Se trata de buscar esos huecos que existen en los contratos para, sin dejar de cumplirlos, exprimir al máximo la situación en su beneficio. No se trata de salirse de los contratos, sino de moverse con soltura en los márgenes de los mismos.

Desde mi punto de vista, en un entorno en el que se valora a empresas y colaboradores en función de lo que nos aportan, entender las relaciones profesionales entre empresas de esta forma es inviable por tres razones:

– La trampa es copiable: cuando un competidor ve que hemos ganado un cliente por medio de una trampa sólo tiene que replicarla a futuro para estar a nuestra altura. Habremos de ingeniárnoslas para identificar nuevas trampas.

– El resultado final, el producto o servicio que entregamos, tiende a calidad cero. La trampa está enfocada a generar beneficios rápidos cumpliendo los mínimos exigibles.

– El cliente pierde la confianza ya que se da cuenta de la trampa una vez cumplido el servicio o entregado el producto. En el mejor de los casos se blindará, en el peor no querrá volver a trabajar con nosotros y habrá que buscar un nuevo cliente con el que jugar en los márgenes de los contratos.

Basar una relación profesional en el “oficio” entendido de esta forma es agotador y no es sostenible en el nuevo entorno en red transparente, en el que la información fluye en tiempo real. Los competidores aprenden, el cliente se protege y el hueco se hace más estrecho. En definitiva, estamos creando un espacio que se ahoga en sí mismo.

Las relaciones profesionales sostenibles sólo pueden estar basadas en la confianza y transferencia de conocimiento útil entre las partes. Si nos introducimos en espacios competitivos tan copiables estaremos chinetizando nuestro valor.

No podemos alejarnos de las demandas del consumidor. Vivimos en un entorno rápido, transparente, sin fronteras, democrático e interconectado en tiempo real. Si nuestra organización está compuesta por personas, hemos de mostrarnos al mercado con valores personales.

Sólo con honestidad y creatividad podremos crear relaciones sostenibles con nuestros clientes.

 

foto :: http://www.flickr.com/photos/whltravel/5638991164/

 

7 ideas en “no tengas oficio

  1. David Soler Responder

    ¡Me gusta! Lamentablemente la transparencia es una filosofía que no todos adoptan. Y no importa que seas digital o analógico. Al final, también lamentablemente, la cuenta de resultados pesa mucho en las empresas y, a toda costa, se trata de no perder el cliente y tratar de exprimirle al máximo.
    Pero ojo en la trampa el cliente también es un actor destacado. Lo es cuando te exige cosas que tu sabes que no se pueden alcanzar o te hace preguntas cuya respuesta no será la que el cliente espera. Y el del «oficio» sabe que eso sí encontrará respuesta en un competidor… así que terreno abonado para entrar en una espiral con final fatal a no ser que las estrellas lo impidan.

    Que pena de mundo profesional… cuanto falta aún para que «la buena gente» gobierne de verdad. Cuando la transparencia deje de ser un valor y esté integrada en nuestras vidas profesionales viviremos en un mundo fantástico… bueno, mejor dejo de soñar.

    Pero yo pienso seguir siendo transparente aunque me cueste proyectos. 😉

    Gran post Pepe!

    • Pepe Tomé Autor de la entradaResponder

      Ahí estás: Hay quien exige a su proveedor excelencia, pero le selecciona en cuanto a costes, y entramos en la espiral que comentas… hace falta valentía para romper con esta cadena dejando ir aquello que no encaja en tu ADN.

      Muchas gracias, David… una respuesta que cierra estupendamente el post.

      Un abrazo!

    • belen Responder

      Efectivamente todo en esta vida es filosofía pero no es la única variable; a veces, el estar, en tener esa pizca de suerte o más bien crear esa suerte y el dar con las personas adecuadas conlleva una vida repleta de éxito. De otro lado hay otro perfil, son las estrellas, es decir, sujetos que estando donde estén y únicamente teniendo como herramienta su inteligencia y su capacidad de trabajo llegan a encumbrar cualquier organización, incluso independientemente del nivel de estudios.

  2. Silvia Bascompte Responder

    Estoy de acuerdo con David, creo que aquellas personas que hacen trampas y «triquiñuelas» para ahorrarse (a veces sólo un par de euros) no son dignos de confianza. Y, que ambas partes, agencia y anunciante, a veces las utilizan a su libre antojo sin preocuparse de más.

    La transparencia es la clave y, no siempre es alcanzable, pero debemos intentar hacerlo lo mejor que podamos.

    ¡Buen post Pepe!

  3. cucodevenegas Responder

    No es menos cierto que la calidad constituye delito, para algunos personajes, aununciantes, agencias, intermediarios sin más… los tiempos, las prisas, los revenues, los KPI, los mismos CTR son pese a lo insignificantes y virtuales, todavía más valiosos que las personas que cuidan de la imagen de ese anunciante, de esa agencia, de esos intermediarios…

    Levántate pronto para regresar tarde por gusto… hasta que ves cómo en algunos calderos se cocinan platos de no buen paladar… un becario -sin desmerecerlo- es presentado como un «senior consultant», un documentalista como un «community manager» o un iluminado como «planner»… que los creativos no creen, que los estrategas no piensen, que los recursos humanos se vuelvan cada vez más recursos y menos humanos… así seremos más rentables (alguien, al tenor del post)

    He leído entre líneas Pepe… pues ya sabes con quién cuentas… enhorabuena por tus palabras

    • Pepe Tomé Autor de la entradaResponder

      muchas gracias por tus comentarios, cuco…
      (no hace falta leer entre líneas, este post llevaba casi un año en «borradores» y no lo he publicado hasta ahora por falta de tiempo, nada que ver con situaciones personales 🙂 )

      salut!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *