¿Tiene sentido la compra de Oculus Rift por parte de Facebook?

oculus rift

Si evaluamos las últimas compras de las grandes compañías tecnológicas deducimos dos cosas:

  • Que todas ellas quieren ir más allá de nuestras pantallas.
  • Que ninguna sabe a ciencia cierta lo que el futuro nos depara, pero ellos quieren estar en él.

Algunas de estas compras son muy tácticas, intentan aglutinar audiencias para conseguir mejores datos de cara a las planificaciones publicitarias, mantener contento a un inversor que pone su dinero en todo aquello que suene a “móvil”, entrar en un área complementaria a su negocio, establecer barreras o simplemente sacar a competidores molestos del mercado.

Pero algunas otras pueden dejarnos un tanto desconcertados. Es el caso de la compra de Oculus Rift por parte de Facebook. La tecnología es la bomba, he tenido el placer de probarla y la experiencia es realmente «inmersiva». Pero ¿qué hace Facebook con una tecnología de realidad virtual?

Desde mi punto de vista, esto de prever el futuro y salirse de nuestras pantallas viene en dos sabores:

1. Están los que intentan imitar la realidad virtualizándola (Oculus Rift), y nos presentan cosas nuevas que de otra forma no podríamos vivir. Algo con lo que la literatura de ciencia ficción nos ha hecho soñar desde hace décadas: ya que el mundo es lo que es, vamos a mejorarlo a través de nuestros sentidos. Visualizan un mundo en el que pasamos cada vez más tiempo pendiente de nuestros dispositivos.

2. Por otra parte, están las tecnologías que paradójicamente nos quieren hacer menos menos dependientes de la tecnología en sí (p.ej. Nest que fue comprada por Google), y más libres para hacer lo que deseemos. Sensores que detectan donde estamos, con quien, lo que queremos hacer, etc. y nos lo facilitan, rompiendo las barreras de un mundo analógico. Visualizan un mundo en el que la tecnología está cada vez más pendiente de nosotros.

Personalmente, no creo en un futuro en el que llevaremos un montón de gadgets que nos permitirán realizar cosas nuevas manteniendo la vista cada vez más apartada de nuestras aceras. Yo me apunto a otro en el que la tecnología se normalice en nuestra vida, y nos facilite realizar lo que realmente queramos hacer de una forma mucho más directa, sin que sea necesaria nuestra intervención para algo tan sencillo como que el entorno nos reconozca o nos permita estar en contacto con quien queramos. 

De hecho, son muchos los que empiezan a experimentar un cierto hartazgo de la dependencia que ocasionan dispositivos y redes, conocido como FOMO del que hemos escrito en el blog de Zinkdo

Sí que existe un futuro a las tecnologías que se dediquen a ampliar experiencias a partir de nuevos gadgets, pero probablemente sus aplicaciones serán reducidas a nichos (¿sexo virtual?) o enclaves específicos como acciones en punto de venta, showrooms, etc.

Eso sí, ante una evolución basada en sensores, aparece el gran dilema de la privacidad

 

Foto: https://www.flickr.com/photos/sergesegal/9084799176

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